jueves, 29 de enero de 2015

Las 5 cosas que todos lamentan 5 minutos antes de morir.


El artículo fue escrito por Bronnie Ware, una enfermera que, durante muchos años, estuvo a cargo de la gente que decidió morir en casa.

The Top Five Regrets of the Dying, por Bronnie Ware:
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1. Ojalá hubiera tenido el coraje de vivir una vida fiel a mí mismo, no la vida que otros esperaban de mí: Este fue el lamento más común de todos. Cuando las personas se dan cuenta de que su vida está a punto de terminar y miran hacia atrás con claridad, es fácil ver cuántos sueños no se han cumplido.

2. Ojalá no hubiera trabajado tan duro: Esto salió de cada paciente de sexo masculino que cuidé. Se perdieron la juventud de sus hijos y la compañía de su pareja.

3. Ojalá hubiera tenido el coraje para expresar mis sentimientos: Muchas personas suprimieron sus sentimientos con el fin de mantener la paz con los demás.

4. Me hubiera gustado haber estado en contacto con mis amigos.

5 . Me hubiese gustado permitirme a mí mismo ser más feliz: Esta es una sorprendentemente común. Muchos no se dieron cuenta hasta el final de que la felicidad es una elección.


Inteligencia Emocional para todos!


En España los colegios comenzaran a impartir Educación Emocional

Los centros de educación pública de Canarias empezarán a impartir la asignatura “Educación Emocional y para la Creatividad” (EMOCREA) en nivel primario a partir del próximo semestre, según informó el gobierno regional. La idea de este proyecto es articular los aspectos emocionales y creativos.

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Noticias que importan - Periódico mensual, año 5, fundado en marzo del 2005.
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miércoles, 14 de enero de 2015

La investigadora del optimismo



Cada vez más científicos sugieren que a los humanos nos domina la intuición y no tanto la razón, y que el cerebro se las apaña para hacernos creer que controlamos nuestras acciones, cuando en realidad no es exactamente así. Tali Sharot es uno de ellos. Guiada por sus investigaciones, sostiene que vivimos inmersos en tres ilusiones que nos pintan el mundo de color rosa. Veámoslas. Piensen si se creen más o menos diestros al volante que los demás. Probablemente estén convencidos de que lo hacen mejor. Según Sharot, el 93% de la población cree estar por encima de la media en cuanto a conducción, pero eso es imposible pues no todos podemos ser superiores al promedio. Esto es lo que la científica denomina ilusión de superioridad. Otro ejemplo: se acercan las vacaciones y dudan entre realizar un viaje a algún lugar remoto o pasar un relajado estío en el pueblo de la costa de toda la vida. Sea cual sea el lugar escogido, seguramente darán con muchas razones lógicas (llámenles excusas, si quieren) para creer y justificar que la elección tomada fue la mejor. Tendemos a pensar que nuestros motivos son fundados y a este hecho Sharot lo llama la ilusión introspectiva. En tercer lugar, pese a los altibajos de la vida, sobreestimamos las experiencias positivas que nos depara el futuro e infravaloramos lo negativo. Seremos longevos, tendremos éxito profesional, gozaremos de una salud de hierro… En definitiva, el futuro será mejor que el presente. Quizá acabe siendo así, pero no tiene por qué; muchas veces las expectativas se tuercen. Es el llamado sesgo optimista y este carácter nos permite salir adelante y no parar. La mejor noticia es que podemos ser conscientes de esta visión optimista de la vida ya que sucede lo mismo que con las ilusiones ópticas, que aunque uno las entienda, no desaparecen. Así que ya saben: pónganse las gafas de cristales rosa y saquen partido a su optimismo. ¿Quién es? Psicóloga. Profesora de Neurociencia Cognitiva en el University College London, donde también dirige el Laboratorio del Cerebro Afectivo. Sus estudios se centran en la motivación, las emociones y el optimismo. Es una gran divulgadora de la investigación en neurociencias, como hace en su libro The Optimism Bias, de 2012. ¿De dónde viene? Nació en la década de los setenta en Israel. Se licenció en Psicología en la Universidad de Tel Aviv gracias al consejo de su abuela, médico, que fue su gran fuente de inspiración. ¿Qué ha aportado? Ha constatado que los humanos somos optimistas por naturaleza al gozar de un cerebro positivo irracional. Creer en un futuro mejor nos predispone a estar más sanos, a esforzarnos más, a perseguir metas con mayor perseverancia, a poner más empeño en nuestros proyectos. Es una cuestión de supervivencia. La anécdota Fue llegar a Londres y ¡patapam! Me fracturé tibia y peroné por un maldito traspiés. Fui a la ciudad a grabar entrevistas con Tali Sharot y otros científicos para Redes. Al final nos la ingeniamos para grabarla por videoconferencia. Definitivamente, quien no está conectado es porque no quiere.

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